Juicio Político

Día del Niño: Más allá de una bolsita de dulces

En Ciudad Juárez, la celebración del Día del Niño tiene un significado especial no solo por las risas, globos, dulces y juegos, sino por el contraste que representa frente a los retos que enfrentan los niños y niñas todos los días.

El origen de este día en el país ser remonta a la Revolución Mexicana, donde muchos niños vieron truncada su infancia por la guerra y hasta la oficialización del festejo en 1924 tras la firma de la Declaración de Ginebra, se nos ha recordado que proteger a la niñez no es una opción, sino una deuda histórica. Sin embargo, en una ciudad como la nuestra, ¿estamos cumpliendo con esa responsabilidad más allá del 30 de abril?Book fair

En Juárez, la realidad de muchas infancias está marcada por carencias, violencia intrafamiliar y la falta de oportunidades educativas y recreativas. Aun así, la esperanza persiste gracias a iniciativas comunitarias como la del albergue Hogar Amor y Superación A.C., que este año busca que sus 29 niñas tengan un momento de alegría en su día. Lo hacen con humildes peticiones: una pizza, un pastel, un inflable. Elementos simples que para la mayoría de los niños representan normalidad, pero que para estas pequeñas significan un mundo diferente, un respiro.

Lo mismo ocurre con el Festival El Granjero, donde los vecinos han decidido “tomar” las calles para regalárselas a los niños por un día.Book fair

Bicicletas, patines, lecturas al aire libre, juegos improvisados… la ciudad se transforma en lo que debería ser siempre: un lugar que pertenece a su gente más joven y vulnerable.

Estos esfuerzos comunitarios, tan valiosos como necesarios, deben ir acompañados de políticas públicas sostenidas y serias.

Y se debe reconocer que el Gobierno municipal ha impulsado apoyos como becas y programas de bienestar infantil, así como mejoras en la infraestructura de distintos planteles educativos, con el objetivo de mejorar lo que venía con años de rezago.

Por eso este 30 de abril, no basta con conmemorar, hay que actuar.

Los niños juarenses necesitan protección permanente, espacios de recreación dignos, educación de calidad, alimentación nutritiva, y sobre todo, sentir que seguridad de un futuro prometedor.

Hoy, más que entregar bolsas de dulces, deberíamos preguntarnos: ¿qué ciudad les estamos heredando a nuestros niños y niñas? ¿Nuestras decisiones afectan o benefician su desarrollo, entorno y oportunidades?

Las niñas y los niños son lo más valioso que tiene Juárez, Chihuahua y el mundo entero. Ellos y ellas son el futuro que estamos obligados a proteger.

¡Muchas felicidades a todos los niños y niñas en su día!

Que este 30 de abril, la celebración vaya más allá de una bolsita de dulces.

Daniel Pando / Analista Ciudadano

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