Maíz patrimonio biocultural de México

La alimentación es una obligación que el Estado tienen que garantizar y lo hace mediante la protección de otros derechos como lo es la salud, el medio ambiente y la herencia biocultural, atendiendo al mínimo vital de los derechos humanos.
El consumo promedio diario de maíz por persona es de 328 gramos, lo que aporta el 39% de las proteínas, el 45% de las calorías y el 49% del calcio diariamente requerido, es producido por pequeños productores que han protegido la genética de las semillas principalmente del maíz blanco, logrando que sea un ingrediente fundamental de la cocina mexicana.
La diversidad de maíces nativos deriva del proceso de polinización abierta mediada por el viento que permite que distintas plantas puedan intercambiar polen y puedan cruzarse generando un flujo genético constante.
El maíz no solo es un legado biológico de México, sino también un patrimonio de la humanidad, pues su conservación es clave para la seguridad alimentaria mundial, es por ello que en los últimos años por parte del Gobierno de México, mediante decretos han prohibido la siembra del maíz transgénico.
Evitando con esto la alerta que se vivió en el año 2007 con el arroz transgénico. El maíz corre un riesgo similar al del arroz, esto constituye una amenaza directa a las variedades nativas del maíz, que representan una parte de la biodiversidad agrícola mexicana y podría poner en riesgo la seguridad alimentaria de nuestro país.
El maíz es parte de nuestra identidad y ha estado con nosotros desde tiempos prehispánicos en 59 razas de maíces nativos, la introducción del maíz transgénico contamina las variedades nativas con genes modificados lo que representaría una pérdida irreparable de biodiversidad agrícola.
La siembra de maíz transgénico profundizaría la dependencia de los pequeños productores mexicanos hacia las grandes corporaciones biotecnológicas que controlan las semillas modificadas genéticamente además de que los agroquímicos generan males para el medio ambiente y para la salud.
La protección a los pueblos indígenas y afromexicanos subraya la importancia de proteger los sistemas agrícolas tradicionales conforme al artículo 2º de la Constitución Federal desde donde se protege el desarrollo rural, cultural, económico y de salud, garantizando a la población campesina su bienestar y su participación en el desarrollo nacional.
La legislación interna también es muy importante como lo es la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible, la Ley Federal para el Fomento del Maíz Nativo y la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados.
La diversidad de maíces nativos de nuestro país representa un acervo genético invaluable no solo para México sino para el mundo es por ello que tiene que preservarse para generaciones futuras mediante la investigación científica y humanista, la innovación y los conocimientos tradicionales.