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Así debes elegir los mariscos más frescos antes de comprarlos

Con la llegada de la Cuaresma el consumo de pescados y mariscos se incrementa. Estos productos se convierten en protagonistas de la gastronomía mexicana. Sin embargo, la frescura y calidad de estos productos son esenciales para garantizar una experiencia culinaria segura y placentera.

Ante las altas temperaturas y los procesos de traslado, es crucial saber cómo elegir los mejores ejemplares.

Un factor determinante para la frescura de los mariscos es la correcta cadena de frío. Los productos deben mantenerse en áreas refrigeradas o sobre camas de hielo, asegurando que la temperatura se conserve desde su captura hasta el punto de venta. Esta práctica es fundamental para prevenir la proliferación de bacterias y mantener las propiedades organolépticas de los mariscos.

Al seleccionar pescados y mariscos, es importante prestar atención a ciertas características que indican su frescura:

Olor: Debe ser a mar, fresco y sin aromas desagradables.
Color: Natural y brillante, sin manchas oscuras o decoloración.
Textura: La piel debe ser firme y las escamas adheridas. Los ojos deben ser brillantes y saltones.
Conchas: En ostiones, mejillones y almejas, las conchas deben estar cerradas o cerrarse al tacto.

Camarones: Buscar ejemplares con cabeza translúcida y cuerpo firme, sin manchas oscuras.
Ostiones, Mejillones y Almejas: Las conchas deben estar cerradas y el líquido interior abundante y claro.
Pulpo y Calamar: La carne debe ser firme, de color blanco nacarado o rosado, con brillo superficial.
Pescado: La carne debe ser firme, húmeda y la piel lisa y brillante, sin arrugas ni manchas.

Es fundamental evitar la compra de pescados o mariscos con piel pegajosa, signos de deterioro o conchas rotas. Estos indicadores pueden ser señal de descomposición y representar un riesgo para la salud.

Consumir pescados y mariscos de producción nacional no solo garantiza la frescura, sino que también apoya a los “Héroes de la Alimentación”, quienes trabajan arduamente para llevar estos productos a nuestras mesas.

Verificar que los productos se encuentren en una cadena de frío adecuada.
Observar las características de frescura en cada tipo de marisco.
Evitar la compra de productos dañados o con signos de deterioro.

Al seguir estos consejos, podrás disfrutar de una Cuaresma llena de sabores del mar, con la seguridad de consumir productos frescos y de calidad.

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