Prestó cinefotógrafo mexicano sus ojos a Daredevil

Pedro Gómez Millán comparte que, cuando estudiaba fotografía de cine, en una clase le pidieron cerrar los ojos, tratar de ver con los otros sentidos e idear una manera de transmitir eso en imágenes.
“Me acuerdo de esa lección: significa estar presente. Esa es una habilidad de los grandes fotógrafos, no sólo para observar, sino para escuchar y sentir”, explica el mexicano en entrevista.
No imaginaba que años después se integraría a una muy exitosa producción televisiva sobre un personaje ciego siempre presente e hipersensible al mundo a su alrededor: Daredevil: Born Again.
Recién concluida, retoma a Matt Murdock /Daredevil, el abogado y justiciero de Nueva York cuya historia Netflix contó en una serie de tres temporadas (2015-2018), estelarizada por el actor Charlie Cox.
Explora la enemistad entre el antihéroe del traje carmín con cuernos y su némesis, el multimillonario Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio), en una trama donde este último adquiere un poder político inusitado.
“A Marvel no le gusta politizar en lo absoluto”, reconoce el artista, quien estudió Comunicación y Filosofía antes de formarse en cine en la Tisch School of Arts de la Universidad de Nueva York.
“Pero si te soy sincero, parte de lo que más me emocionó de esto es que refleja lo que está sucediendo ahorita (con la Presidencia de Donald Trump) y le da la vuelta”.
Con este trabajo, Gómez Millán (El Abogado del Lincoln) se convirtió en el segundo fotógrafo mexicano en formar parte del Universo Marvel, tras Gabriel Beristain (Black Widow).
El capitalino destaca que, entre los regalos que le ha dado esta serie (en la que hizo los episodios 4 y 5 y partes del 2, 3, 6 y 7), se encuentra una propagación de su trabajo a niveles que jamás imaginó.
“¡Toda la gente lo ve! Me llegó un correo de un chavito que está enfermo, tiene algún tipo de parálisis. Decía que Daredevil eran los mejores momentos de su vida.
” Este es el primer proyecto que hago de este calibre y en que me llegan ese tipo de mensajes. Uno ve reflejado su trabajo en una cuestión social: impactas a la gente”.
A Cox, menciona que lo recuerda como un “tipazo”, muy preocupado por lo visual y detalles como que en las tomas en exteriores jamás se puedan vislumbrar sus ojos detrás de sus lentes de cristal rojo.
“Vincent es más reservado y es imponente, intimidante. Mide como dos metros. No le gusta esperar. La primera vez que filmé con él, llegó al set aplaudiendo y gritando ‘¡Estoy listo, vamos!'”.
Gómez Millán admite que, a pesar de haber hecho ya complicadas secuencias de acción en su trayectoria, nada se compara con las elaboradísimas coreografías de combate que tuvo que capturar aquí.
“Me tocó, por ejemplo, la pelea del episodio 6, donde intercorta de Fisk en el sótano con Daredevil y Muse (Hunter Doohan). También todas las peleas del episodio 4 del banco y varias más.
“Es muy intenso. Es Marvel y tenemos muchas herramientas, pero el calendario, las horas… son de televisión, teníamos que meterle mucha prisa. Fue increíble, pero muy intenso”.
El estudio ya había intentado contar con la visión de Gómez Millán en la serie Secret Invasion (2023), pero fue hasta Daredevil, de convulso desarrollo, que lo pudo firmar.
Aunque por las huelgas en Hollywood y por divergencias creativas la producción cambió de rumbo y de showrunners, el mexicano siempre se mantuvo a bordo.
Desde las primeras entrevistas, el mexicano pudo presentar un tratamiento visual para abordar al personaje que, a la postre, fue el que se mantuvo y se ve en pantalla.
“Marvel tiene esto como glossy, muy brillante… toda la luz es perfecta y parece inalcanzable. Para mí, Daredevil es lo contrario. Tiene que ser un poquito más orgánico, la luz imperfecta.
“A mí y a Hillary (Spera), la otra fotógrafa, nos interesaba la luz natural, manteniendo el contraste, el género de thriller, dramático. Esa era mi propuesta y todos compaginamos”.