¡La vivienda no debería ser un activo, son un derecho!

“Para progresar en Ciudad Juárez solo necesitas echarle ganas”, una expresión que varios de nosotros hemos escuchado y que sin duda todos realizamos día a día en función de cumplir nuestras metas personales, y es que es cierto, esta ciudad nos acoge con sus brazos abiertos a propios y extraños. A pesar de los retos, esta urbe siempre tiene algo que dar solo que estas dádivas se han hecho más difíciles de obtener últimamente, quizá la más trascendente es la vivienda.
Y es que, si bien la ciudad ha crecido, los salarios de la clase media siguen tan comunes y corrientes, esto porque la gente solo “sobrevive” con sus gastos: despensa, transporte, etc. pero lo que se ha convertido en una verdadera quimera es la vivienda siendo difícil pagar rentas mensuales de doce, veinte mil pesos, algunas de ellas ya cobrando en dólares incluso, para unos salarios promedio de precisamente, quince, veinte mil pesos al mes olvidándonos así de la idea de una propiedad.
Quizá uno se preguntará si los salarios son insuficientes o si falta “echarle ganas” pero la verdad es que al menos en la vivienda esto poco cuenta, las casas no valen lo que cuestan por que independientemente de los materiales deficientes, la falta de conectividad a servicios e incluso vías de acceso, el precio por casa es de alrededor un millón, un par de millones de pesos en lo general, independientemente del sector y las condiciones, ya ni hablar de las casas en sectores de mayor demanda que pueden ir de 3 a 10 millones de pesos.
Esto hace replantearnos que si en dado caso, las viviendas llegaran a tener ese valor por las razones que son o pretenden ser, entonces el derecho a la vivienda simple y sencillamente se ha perdido, lo cual es una cuestión muy grave y que urge atender. Sin embargo, así como existe una aparente demanda de casas que justifica el encarecimiento, debemos decir que existen miles de casas que se encuentran abandonadas, incluso fraccionamientos completos que prefieren ver el deterioro del inmueble antes de abaratar el negocio tan lucrativo que se ha convertido el tener una propiedad.
“Toda persona tiene derecho a disfrutar de vivienda adecuada. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo” cita el artículo 4to constitucional, donde se vislumbra una vez más un Estado erosionado ante el egoísmo manifiesto de los propietarios y constructoras. Es un negocio se puede entender, pero la vivienda es un derecho, debería poder entenderse también, más cuando tenemos instituciones dedicadas a ello como el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) quien ante esta crisis responde con un silencio.
Cabe mencionar que este fenómeno tiene a lo mucho dos décadas de hacerse presente, para quien tiene su casa tiempo atrás esto no representa un problema, pero ¿Qué pasará con la juventud juarense? Como es posible aspirar al avance y desarrollo de la sociedad sin las condiciones mínimas para que esto suceda, no debemos olvidar el carácter esencial de las viviendas que son para habitarse no para lucrar desmedidamente a costa del desarrollo de las juventudes juarenses, la vivienda no debería ni debe ser un activo, ¡Son un derecho!
Pablo Pérez / Analista