Voto consciente y responsable: algunas sugerencias

Ciudad de México.- Días atrás mi buen amigo Candelario me abordó para hacerme una consulta: ¿Por quién debemos votar? Aunque es una pregunta de apariencia sencilla esconde un reto mayúsculo. Elegir bien es algo de suma importancia. Si bien, en ese momento no tuve una respuesta precisa, su cuestionamiento me sirvió para reflexionar sobre qué elementos tendríamos que considerar para ejercer un voto consciente y responsable.
Mientras que, en unas elecciones ordinarias, la ciudadanía se puede orientar por los partidos políticos y por la forma de gobernar, en estos comicios la elección es más complicada. Son muchos perfiles y muchas candidaturas para muchos puestos en disputa, lo que vuelve muy complicado evaluarlos a todos, por no decir imposible. No obstante, considero necesario que nos tomemos el tiempo para hacerlo. Lo que está en juego no es poca cosa: vamos a seleccionar a las personas facultadas para impartir justicia. Quienes ganen van a ser los responsables de dejar en libertad o meter a la cárcel a muchas personas. También vamos a escoger a jueces y juezas que van a decidir sobre temas tan delicados como la protección a las infancias, pensiones alimenticias y patrias potestad. Más aun, la ciudadanía deberá votar a las ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No está de más recordar que esos ministros y ministras que elijamos serán quienes tengan la última palabra en muchos de los casos como los ya referidos. Así pues, aquí dejo algunas sugerencias para un voto consciente y responsable.
Hay varios candidatos y candidatas con cierto reconocimiento entre la sociedad. Tanto a nivel federal como a nivel local hay viejos conocidos. Sobre esas personas es más sencillo indagar, puesto que tienen una trayectoria más o menos pública. La abogada Melissa Ayala nos da algunas pistas con respecto a que temas indagar. Si las candidatas y candidatos ya estuvieron en el poder judicial, una forma fácil de prever cómo serán es revisando las sentencias que ya emitieron. Si echamos un ojo a las sentencias dictadas podemos conocer algo sobre su forma de trabajar. En cuanto a las personas candidatas que fueron litigantes y ahora quieren ser jueces o juezas, lo mismo: habrá que revisar en que litigios participaron y quiénes eran sus representados. Un abogado que tenga experiencia solo en defender a grandes empresarios, puede poner en entredicho su imparcialidad como juez laboral, solo por poner un ejemplo. Si la candidatura recae en una persona que pertenece a la academia, una manera sencilla de conocer más sobre su trabajo es ver dónde da clases, en qué rama se especializó y cuál es su posicionamiento en temas jurídicos relevantes y controversiales como la prisión preventiva oficiosa, el control de convencionalidad, etc. También es importante examinar si las candidatas y los candidatos tienen acusaciones de violencia de género o denuncias de corrupción.
Por otro lado, tanto el INE como el IEE tienen una sección habilitada en sus portales de internet que se llama conóceles donde se puede verificar la trayectoria académica, la visión y las propuestas de las personas candidatas. Esta herramienta también nos puede servir para conocer un poco acerca de las candidaturas. Un vistazo a las redes sociales de los candidatos y candidatas también puede ser de gran valor. Al final del día estas campañas ahí es donde se desarrollarán en mayor medida. Las y los candidatos ahí suben información de manera regular. Las entrevistas que les hacen los medios de comunicación, así como sus propuestas de trabajo son temas recurrentes en sus redes sociales, así que es una buena manera de enterarse.
Pese a todo, si usted no tiene el tiempo o las herramientas para ejercer un voto consciente y responsable en todos los ámbitos, haga un esfuerzo por hacerlo por lo menos para los cargos más altos. Me refiero a los de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las magistraturas de circuito y las magistraturas locales. Investigar estas candidaturas consultando fuentes confiables es algo indispensable. La ocasión así lo amerita.
Edgar Arce / Analista