Juicio Político

La danza no conoce fronteras

No puedo evitar sorprenderme por la versatilidad que tiene la vida para conectar intereses que a veces pareciera no tienen nada que ver. De esa manera, los límites del sentido que tienen nuestras vidas nos los imponemos nosotros mismos. Justamente hace unos días conocí a Fernando López Giner, quien es antropólogo, dramaturgo y bailarín. A través de la mezcla de dichas disciplinas es que construye su propia visión, la cual no reconoce fronteras entre ciencias sociales y arte, por ejemplo. Acompáñeme en esta nueva exhibición de “Museo Fronterizo” que será un poco más al sur de lo habitual, pues nuestra historia se ubica por allá en la capital del estado grande.

Fernando se formó en el CEDART “David Alfaro Siqueiros” en Chihuahua, dicha institución de educación media superior le abrió el mundo de la danza a través de sus clases. Sobre todo, le llamó la atención la danza contemporánea, donde descubrió una creatividad más libre, alejándose de los modelos tradicionales. Igualmente, durante su formación conoció por una charla a la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México. A partir de eso pensó en la licenciatura de antropología como una posibilidad.

“El centro es la danza”, menciona en entrevista virtual López Giner, quien entiende que a partir de eso puede construir puentes con otros ámbitos, en este caso la antropología. Refiere que al principio fue retador poner sobre la mesa esa idea, pues para cierta parte de la Academia era impensable usar lo antropológico para estudiar la danza. Sin embargo, no desistió de sus intentos hasta que encontró profesoras y profesores que ofrecieron su apoyo para lograr su objetivo.

Su interés en la danza contemporánea lo ha llevado a la creación de diversos universos donde sus preocupaciones se ven reflejadas a través de la composición escénica. Para eso el movimiento corporal, la escenografía, la música y la investigación trabajan de forma sincronizada para formar un todo. Un ejemplo de esto es su ópera prima intitulada “Letras rotas”, la cual tuvo estreno el pasado febrero en el Teatro de la Ciudad en Chihuahua.

“Letras rotas” aborda el tema de las crisis de sentido. Para eso se valió de una investigación etnográfica, con la cual entrevistó a psicoterapeutas, psicólogos y a quienes han vivido con ansiedad y depresión. A partir de ahí analizó los testimonios recabados y escribió la dramaturgia. Algo que me llamó la atención es la implementación de una mecedora utilizada por la protagonista, la cual representa esa crisis de sentido que mueve los cimientos de quienes somos.

Quienes participan de ese gran equipo dirigido por Fernando López Giner, y que definitivamente forman parte de la materialización del proyecto, son: María Torres (bailarina), Felipe Acosta (música), Aarón Grimaldo (vestuarista) y Alonso López (iluminación). Esta obra fue posible gracias a una beca municipal de cultura y espero que muy pronto pueda ser presentada en Ciudad Juárez y todo el estado de Chihuahua.Book fair

Al ir cerrando la entrevista con el antropólogo y artista le pregunté: si hubiera la oportunidad de charlar con la representación humana de la Danza ¿qué le dirías? Su respuesta fue el agradecerle por las altas y bajas de la vida, por la posibilidad de entender que hay varias danzas y por ser una cuestión de expresión, un metalenguaje. También agradece por haberle regalado el poder conocer su cuerpo, pues el moverse va con lo natural.

No me queda más que felicitar a todo el equipo de “Letras rotas” e invitar a quien me lee a seguir a Fernando López Giner en Instagram como [@fernando.lopgin] para enterarse de las próximas fechas que puedan tener de su obra. Este es un claro ejemplo de cómo no hay límites para la creación, haciendo valer la frase “nada humano nos es ajeno”, ya sea danza, antropología o hasta astronomía si se desea. Usted haga las combinaciones que le plazcan. Muchas gracias por llegar hasta aquí, le escribo nuevamente en quince días.

Hernani Herrera / Analista

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