Lidera Chihuahua en detección de autismo

Chihuahua marcó un hito en la salud pública al establecer el primer programa especializado en el diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista (TEA) dentro del sector.
La detección temprana de esta condición neurológica puede transformar el desarrollo de los niños que la presentan y, hasta ahora, la atención especializada en instituciones gubernamentales era prácticamente inexistente.
El programa, que cumple su primer año en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) del DIF Estatal, atiende una necesidad urgente. Expertos estiman que en cada salón de clases del estado, hay al menos uno o dos menores con rasgos del espectro autista sin diagnosticar, lo que enfatiza la magnitud del problema y la falta de atención previa en el sistema de salud pública.
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Un modelo de atención innovador
Brenda Ávila Atilano, terapeuta de lenguaje especializada en TEA y coordinadora del programa, explica que el proceso de diagnóstico consta de dos etapas. Primero, realizan una consulta especializada que funciona como tamizaje inicial. “De los 140 casos que hemos recibido este primer año, alrededor del 40% ha requerido una segunda evaluación más profunda”, detalla.
Esa segunda fase incluye pruebas estandarizadas como el ADOS-2 (Autism Diagnostic Observation Schedule), considerado el estándar de oro en el contexto mundial. “Este equipo de evaluación tiene un costo cercano a los 100 mil pesos. Lo complementamos con valoraciones neurológicas, pruebas de desarrollo, lenguaje y observación conductual en diferentes entornos”, agrega Ávila.
Uno de los mayores logros del programa ha sido la precisión en los diagnósticos. “Hemos determinado que 31 niños que llegaron con sospecha de autismo en realidad presentaban otras condiciones, como trastornos específicos del lenguaje o retrasos en el desarrollo. Cada diagnóstico requiere una intervención distinta, y eso es clave”, explica la especialista.
Un reto que trasciende la capital
El impacto del programa está sólo en Chihuahua. En Ciudad Juárez, una campaña especial en 2024 permitió identificar 64 casos sospechosos, actualmente en proceso de evaluación. “Apenas estamos viendo la punta del iceberg”, advierte Ávila.Book fair
El modelo de diagnóstico ha evolucionado. “Superamos la antigua clasificación de grados de autismo. Ahora hablamos de niveles de apoyo requerido, que pueden fluctuar con el tiempo”, explica. Estos niveles (1, 2 y 3) son establecidos con base en dos áreas principales, como habilidades sociocomunicativas y patrones de comportamiento restrictivos y repetitivos.
Barreras y desafíos
El programa enfrenta retos importantes. Con sólo dos especialistas dedicados al diagnóstico, la capacidad de atención es insuficiente. “Si consideramos que hay alrededor de 25 mil aulas en el estado y cada una podría tener al menos un caso, la dimensión del problema es enorme”, reconoce.
La falta de estadísticas oficiales sobre la prevalencia de TEA en México es otra barrera. “No contamos con una línea base que nos permita planear y asignar recursos de manera eficiente”, señala la especialista. La OMS estima una prevalencia global de un caso por cada 100 niños, pero en el país no hay datos concretos.
Además de la falta de infraestructura y personal, persisten mitos sobre el autismo. “Mucha gente aún cree que es una enfermedad que se cura, o que todos los autistas son genios o completamente dependientes. La realidad es mucho más diversa”. El TEA suele presentarse con comorbilidades como epilepsia, trastornos de ansiedad o problemas sensoriales, pero cada caso es único.
Accesibilidad y resultados
Uno de los grandes aciertos del programa ha sido garantizar acceso a un diagnóstico especializado sin los costos del sector privado. “Aunque el costo real de una evaluación completa es de aproximadamente seis mil 253 pesos, hemos implementado un sistema de subsidios escalonados según estudio socioeconómico”, que va en diferentes niveles, desde quien puede pagar todo, hasta quedar excepto de pago. El costo de la entrevista inicial es de 539 pesos.
Cabe mencionar que en consultorios privados, el costo para tan sólo una prueba oscila entre cinco mil y siete mil pesos, lo que lo hace inaccesible para muchas familias y en este programa la evaluación conlleva cerca de ocho pruebas.
Los primeros resultados reflejan el impacto del esfuerzo. “Documentamos casos como el de unos gemelos de Baborigame que, tras años de diagnósticos erróneos, finalmente recibieron una evaluación certera y pudieron acceder a terapias adecuadas”, cuenta.
El camino aún es largo. Ávila hace un llamado a los padres a estar atentos al desarrollo infantil, limitar el uso de pantallas en los primeros años de vida y acudir a evaluación profesional ante cualquier señal de alerta. “El autismo no es una tragedia, pero un diagnóstico tardío sí puede serlo. Con detección temprana e intervención adecuada, estos niños pueden desarrollar todo su potencial”, concluyó.
El CREE del DIF Estatal está ubicado entre las calles Quinta y Samaniego, en la ciudad de Chihuahua. Para más información, acudir directamente al centro o comunicarse al teléfono 614-42933-00, extensión 22393, de lunes a viernes de 8:00 am a 3:00 pm.
Los costos dependen de la situación económica de los pacientes, previa aplicación de un estudio socioeconómico para la integración del expediente.
Los requisitos para el diagnóstico son agendar cita de preconsulta, acudir al departamento de trabajo social para el estudio socioeconómico, consulta médica especializada en autismo, presentar estudios médicos previos, reportes escolares o terapéuticos y que el paciente tenga entre 31 meses de nacido y ocho años de edad.
La documentación necesaria que deben llevar consta de credencial para votar (INE), CURP, comprobante de domicilio y de ingresos del usuario.