Educación extraescolar por el ICHEA

Mi colaboración con el INEA (Instituto Nacional de Educación para los Adultos) y después con el ICHEA como organismo descentralizado del gobierno del estado de Chihuahua, se remonta a los años de 96-97 de la última década del siglo XX, cuando me desempeñaba como subdirector de Desarrollo Rural del municipio de Chihuahua. En la primera fase vinculamos nuestras tareas en el medio rural apoyando al traslado de los asesores del INEA a fin de apoyar sus tareas de alfabetización, o en su caso de enseñanza de primaria y secundaria. En la segunda fase, muy fructífera un equipo de investigadores y asesores desarrolló diversos manuales bilingües en lengua rarámuri.
El Instituto Chihuahuense para la Educación de los Adultos (ICHEA) desempeña un papel trascendente en la educación de jóvenes y adultos que no han concluido su educación básica. Su labor es de suma importancia para la sociedad, ya que ofrece servicios educativos gratuitos de alfabetización, primaria y secundaria. Además, cuenta con una plataforma en línea llamada AprendeINEA, que permite a los estudiantes estudiar desde cualquier dispositivo y en cualquier lugar.
En suma, el ICHEA contribuye significativamente al abatimiento del rezago educativo y a la mejora de las competencias de la población, lo que a su vez fortalece el desarrollo social y económico de la región.
Si bien este artículo se centra en la educación extraescolar para la vida y el trabajo, cabe recordar la orientada a los pueblos y comunidades indígenas. Normalmente se tiene la percepción relativa al proceso enseñanza-aprendizaje de que es igual para las personas indígenas lo mismo que para los extraídos de la población no indígena; específicamente para los ciclos escolares de primaria y secundaria. Esto es, se reduce al proceso de brindar y asimilar conocimientos para leer, hablar y escribir en la lengua prevaleciente, y conocimientos que sustenten el desempeño del educando en sus medios familiar y social para proseguir su desempeño escolar, que simplificando podemos denominar para la vida.
Considerando a los sujetos indígenas del proceso de formación escolar debe recordarse la obligación constitucional del estado mexicano de brindarla en el idioma materno y en español. El Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo constituye la médula de los fines del proceso educativo instrumentado por el INEA. y por consiguiente, por el ICHEA, tanto para los educandos de pueblos originarios como a la población cuya lengua es el español.
Los educandos del INEA pueden ser niñas, niños y adolescentes con edades de 10 hasta 14 años inclusive, los cuales deben reunir la condición de extraedad con respecto a los/las compañeros/as que cursan la educación primaria y quieren la oportunidad para ejercer su derecho a la educación primaria en la modalidad no escolarizada.
Los asesores indígenas imparten los contenidos de los programas de estudio, y éstos son personas bilingües, integrantes de la comunidad indígena y se desempeñan como asesores al ser designados por ésta. En tanto que los asesores para la población abierta son monolingües en español.
Estas condiciones determinan que el proceso educativo siga varias pautas de movilidad. Los asesores indígenas se trasladan por sus medios a su lugar de residencia para cumplir sus funciones como asesores, integrantes del pueblo indígena y atender su labor productiva. En tanto, los asesores monolingües, prestan sus servicios en sitios específicos en las ciudades o se trasladan periódicamente para ejecutar su función, con los medios que les brinda el ICHEA.
Los chihuahuenses saben por información escolar, su contexto inmediato o por sus traslados de la dispersión de la población rural, misma que impone un reto mayúsculo para la atención educativa escolarizada e itinerante del ICHEA. Aquí es oportuno recordar un instrumento digital de reciente disponibilidad para apoyar a los asesores como a los educandos que tengan acceso a la Internet. AprendeINEA es una plataforma educativa del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) en México. Permite a personas mayores de 15 años completar su educación primaria y secundaria a través de cursos en línea. La plataforma ofrece una variedad de módulos y recursos educativos, incluyendo opciones para descargar materiales en PDF. Independientemente de la restricción discriminatoria e incomprensible del inicio por edad mínima de acceso, es un valioso instrumento didáctico. Al considerar el aislamiento geográfico, primero, contar con una herramienta digital para cursar primaria y secundaria orientada al segmento etario mencionado, el instrumento digital fortalece la labor del INEA en general y del ICHEA en particular. Por otra parte, reconociendo, el significativo esfuerzo financiero y logístico para trasladar a los asesores en el medio rural, la herramienta digital puede ser un medio auxiliar para dichos actores en el desempeño de su función (aunque el diseño de la herramienta lo obvió). Su limitación estribaría en el requisito de acceso a la Internet, la cual es fácilmente superable en su aspecto tecnológico y de muy bajo costo mediante equipos de comunicación satelital como Starlink Mini, tanto para disposición fija o aplicación itinerante.
La limitada perspectiva del diseño de la plataforma AprendeINEA es, por lo menos sorprendente, cuando uno de los roles fundamentales del INEA radica en la superación del analfabetismo rural. Se entiende que se diseñó el instrumento visualizando solamente el medio urbano y el uso fijo con acceso a la Internet. No obstante, gracias a la disponibilidad de tecnologías accesibles, la plataforma puede servir de herramienta didáctica auxiliar en el medio rural para la población objetivo del organismo.
En suma, la Ley del Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos, retoma las disposiciones de la referente al INEA, arrastrando consigo la limitación de la alfabetización al grupo etario de adultos (de10 años a 15 incumplidos). Ante la presunta ausencia de brigadas de alfabetización dependientes de la Secretaría de Educación y Deporte, ampliar el alcance del ICHEA es necesario para la atención educativa de infantes (de menos de 10 años) en condición geográfica rural y de vivienda en dispersión y sin acceso a tecnología satelital. Asimismo, es imperativo adoptar dicha tecnología para fomentar la educación en sus niveles de primaria y secundaria, como en la alfabetización en el contexto citado.
Armando Sepúlveda Sáenz