Juicio Político

La despenalización del aborto en Chihuahua ordenado por la Corte

Existen debates eternos que sirven muy bien a los profesores universitarios, sobre todo de Derecho, para incentivar sobre sus alumnos al análisis y la argumentación legal. La legalización de las drogas es uno, la pena de muerte es otro y el debate por excelencia: la despenalización del aborto.

En mis años de estudiante no fue la excepción, y me llamaba sobre todo la atención este debate, y sobre todo la separación (o confusión) entre la moral y el derecho, donde, sobre todo en el estado de Chihuahua, y por temas políticos y dogmáticos, la moral se imponía sobre el derecho en las razones para penalizar el aborto (sancionar penalmente y con cárcel a las mujeres que se atrevían a abortar).
También era de llamar la atención cómo, dependiendo del profesor el cual invitaba a la reflexión y el análisis, del cual tuve la fortuna de tener algunos excelentes (saludo con aprecio en especial al doctor en Derecho, Jesús Antonio Camarillo Hinojosa, investigador de la UACJ y iusfilosofo, reconocido por la comunidad investigadora jurídica nacional), generaban que los propios alumnos nos identificáramos con alguna postura, de las corrientes del pensamiento.

Siempre me pareció absurdo (como abogado en formación), que la moralidad de algunos (los políticos del momento) se impusiera sobre la generalidad de la población, cuando era claro que partían de cuestiones religiosas o adoctrinamiento más que por la razón, dictando tipos penales, como es el caso de la penalización del aborto en nuestro Estado (artículos 143 al 146 del Código penal de Chihuahua).
De esta manera muchos abogados y abogadas crecimos con este derecho vigente, donde nos tocó ver, con asombro, cómo había algunas normas anacrónicas, siendo una de ellas la redacción de ese tipo penal, que afortunadamente poco a poco fue evidenciándose, conforme los derechos de las mujeres fueron ganando terreno cada vez más.
Con esto no quiero que se confunda mi pensamiento y el de la mayoría de las y los abogados que veíamos este anacronismo en la penalización del aborto, pues no es que estemos a favor del aborto como los simplistas y reductores al absurdo argumentan, no teniendo capacidad de esgrimir algo más allá que esa salida fácil a la discusión cuando se ven exhibidos en lo absurdo de sus razones, nadie está a favor del aborto, pero eso no significa que debamos satanizar, excomulgar y encarcelar a las mujeres que lo hacen.
La razón legal es muy simple, la ciencia detrás de esto y los derechos de las mujeres, basta con revisar un poco nuestras clases de biología, medicina y/o consultar un médico, para discernir lo que se considera un ser vivo consciente, así como el derecho a la libertad reproductiva, libre desarrollo de la personalidad, a la salud y la igualdad, todos coartados a la mujer con la decisión de encarcelarla por practicarse un aborto, y se revelará lo absurdo que era la norma, propio de los tiempos cuando no se dejaba votar a la mujer o ejercer cargos públicos.

Afortunadamente para Chihuahua, esta norma, aunque sigue apareciendo en nuestro código penal hasta el día de hoy, ha dejado de ser vigente, por una orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictada el 30 de enero de 2025, que ha ordenado a los jueces del país dejar de aplicarla, y a las autoridades de salud a respetar este derecho para que se les brinde la asistencia médica que corresponda a quienes decidan interrumpir su embarazo.
Paradójicamente, para el Gobierno del Estado de Chihuahua panista, ha sido la Suprema Corte de Justicia de la Nación por votación unánime, esa misma Corte que ha defendido y solicitado que se respete sus decisiones cuando son contra el Gobierno Federal, pero que ahora no quieren acatar (ya salieron algunos líderes políticos panistas a descalificar la decisión).
A final de cuentas, aunque haya sido después de muchos años, la razón jurídica se ha impuesto en el respeto de los derechos de las mujeres, una decisión que sólo legisla sobre la realidad, esa que ha mostrado que no porque estuviera penalizado las mujeres dejaron de abortar, al contrario, lo hacían en la clandestinidad poniendo en riesgo su salud. Afortunadamente, ahora la decisión de elegir deberá ser respetada por las autoridades y se dejará de satanizar a las mujeres por una cuestión de salud y derechos reproductivos, así como el libre desarrollo de la personalidad y libertad en general.
Y repito, esto no significa que se esté a favor del aborto, sino a favor de los derechos de las mujeres y su salud, a su libre decisión, porque está comprobado que no se afecta derechos de terceros, esto último lo comprendimos perfectamente los abogados al analizar este falso debate, que sólo servía para desarrollar la argumentación y capacidad analítica. En hora buena por las mujeres chihuahuenses.

José Luis Contreras

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