Fin de año

Al ir finalizando las fechas marcadas en el calendario para cada año, se dan momentos de reflexión sobre lo realizado y se hacen planes de lo que se pretende para el ciclo que inicia. En razón de lo anterior, deseo cerrar este año, compartiéndoles algunas notas en relación a lo sucedido durante estos meses transcurridos.
2024, está marcado por grandes acontecimientos mundiales: la guerra en Israel-Hamás; juegos olímpicos en París; eclipse total solar; elecciones presidenciales en México y en Estados Unidos (las cuales solo coinciden cada 12 años); entre otros.
En nuestro país, tuvimos año electoral histórico, por varias razones: la enorme cantidad de cargos públicos en disputa a lo largo y ancho del territorio nacional (federales y locales), (en nuestra entidad todo, menos gubernatura); la alianza entre partidos otrora opositores; y lo más importante, la elección de una mujer como titular del poder ejecutivo federal.
Con motivo de mi actividad política, tuve oportunidad de visitar al menos 40 de los 67 municipios del Estado; anduve capacitando a la estructura de representantes de las casillas, recorriendo calles, saludando gente, percibiendo el sentir ciudadano, escuchando sus necesidades y reclamos. Todo parecía favorable para que fuera Xóchitl Gálvez la triunfadora. No fue así. O quizá sí. Pues, sigo sosteniendo que vivimos el mayor fraude, que hace creer que la señora Sheinbaum obtuvo 36 millones de voluntades. Cómo haya sido, asumió su mandato y hasta el momento, como se tenía previsto, sigue haciendo lo que la voluntad de Andrés Manuel le dicta.
En nuestro Estado, ha habido altibajos, en algunos rubros; como lo es la seguridad pública. Sigue habiendo tiroteos, masacres, desaparecidos. Aunque parece que lo hemos normalizado; pues ya no nos alarmamos con esas noticias cotidianas. Salvo por eso, fue un año “tranquilo” en muchos sentidos.
En un plano más personal y privado, este ha sido un buen año, que me permitió recuperarme del cáncer que afronté a finales del pasado. Hice realidad un anhelado viaje con mi hija Grecia. Conocimos una parte costera de Colombia. Además hice otros viajes durante el año, en plan familiar; con algunas actividades extremas, ya que me fascina andar de “chirota” -como diría mi abuela-. Disfruté de la vida al máximo, como pretendo seguirlo haciendo hasta que las fuerzas y el vigor me lo permitan. Trabajé mucho; di clases en la universidad; impartí algunos cursos; conseguí otro certificado; me seguí preparando profesionalmente.
En fin, tengo la posibilidad de hacer muchas cosas; disfrutar lo que hago; mantenerme activa y ocupada. Y, sobre todo, tener un entorno familiar lleno de amor y de felicidad plena.
Aprovecho este espacio editorial, para enviar a mis amables lectores, un abrazo fraterno; desear a las y los chihuahuenses, un año nuevo armónico, en paz; que vivamos y convivamos con respeto y tolerancia, para lograr una sociedad justa y equilibrada. A nuestros gobernantes (de todos los niveles), les pido que vean por la ciudadanía y se alejen de intereses particulares mesquinos. Para todas y todos, mis mejores deseos de cariño y prosperidad.
Ya es momento…
Kenya Durán Valdez