Están vivos la tierra y sus ecosistemas

Nos acompaña en estas páginas la docente investigadora de la UACH, Itesm y ULSA Chihuahua, Ángela Yumil Romero Mozqueda, de quien ofrecemos una breve semblanza.
Licenciada en Administración Agrotecnológica, con especialidades en Mercadotecnia y Producción, así como maestría en Ciencias para la Productividad Frutícola, actualmente es candidata a doctora en el Centro de Investigación de Materiales Avanzados, del programa Ciencia y Tecnología Ambiental, con una investigación cuyo objetivo es contribuir a la recuperación y reutilización de aguas grises, aplicando humedales construidos con uso de la floricultura. Su área de especialización está dirigida al desarrollo de negocios sostenibles.
-Hola, Yumil, ¡siempre es un gusto platicar contigo!, hoy sobre el importantísimo tema de la ecología (para los católicos “cuidado de la creación”), de particular preocupación en el Magisterio de Papa Francisco, ¿qué nos puedes decir sobre ello?
“La enseñanza de la Iglesia sobre el medio ambiente no es nueva; desde la década de 1970, los Papas alertaron sobre el cuidado del planeta.
Francisco ha llevado esta discusión a un nuevo nivel, al afirmar que el cuidado del medio ambiente no es una opción para los católicos, sino una obligación moral, surgida de la responsabilidad de ser ‘guardianes de la creación’. Esta visión está basada en el mandato bíblico de ‘cultivar y cuidar’ la Tierra (Gn 2,15) y la idea de que la creación es un regalo del inmenso amor de Dios que debe ser protegido y respetado.
Su magisterio en torno al ‘cuidado de la creación’ invita a repensar nuestra relación con el mundo natural y con los demás, subrayando la interdependencia de todos los seres vivos y la necesidad de actuar para frenar el deterioro ecológico, particularmente con un enfoque de justicia social; reconoce la validez de las ciencias en la comprensión de la crisis ambiental, pero subraya que la solución a estos problemas no será únicamente técnica, sino que requiere un cambio en el corazón y la mente de las personas, una ‘conversión ecológica'”.
-¿Qué “urgencias” debemos atender para detener el daño provocado al medio ambiente?
Son varias urgencias clave las que deben abordarse prioritariamente para frenar el daño ambiental y mitigar las consecuencias del cambio climático; están interconectadas y requieren una respuesta global, multisectorial y coordinada:
1. Reducir las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI)
Estas, son responsables de la aceleración del cambio climático, provocando fenómenos extremos como olas de calor, sequías, huracanes e inundaciones. Para frenar el aumento de la temperatura global, es esencial:
-Transitar hacia energías renovables (solar, eólica, geotérmica) y abandonar progresivamente los combustibles fósiles.
-Descarbonizar (CO2) sectores clave como la industria, agricultura, transporte y construcción.
-Fomentar la eficiencia energética en todas las áreas de la economía.
-Regular las emisiones industriales y vehiculares, responsables de gran parte de la contaminación del aire en zonas urbanas.
2. Protección y restauración de ecosistemas
La destrucción de bosques, selvas, humedales y otros ecosistemas cruciales está llevando a la pérdida masiva de biodiversidad, afectando gravemente los ciclos naturales y servicios ecosistémicos fundamentales para la vida humana (purificación del aire, agua, polinización, etcétera.). Urge:
-Detener la deforestación, especialmente en áreas críticas como bosques y selvas, y restaurar los ecosistemas degradados.
-Proteger la biodiversidad implementando áreas protegidas y estableciendo políticas estrictas contra la caza furtiva y explotación ilegal de recursos naturales.
-Fomentar prácticas agroecológicas que no destruyan hábitats naturales y que favorezcan la conservación de los suelos y la biodiversidad.
-Implementar técnicas de agricultura sostenible que reduzcan el uso de fertilizantes y pesticidas que contaminan el suelo y las fuentes de agua.
3. Gestión sostenible del agua
El agua es un recurso vital, su escasez o contaminación afecta tanto a las comunidades humanas como a los ecosistemas. La mala gestión del agua está vinculada con la desertificación, degradación de tierras y pérdida de hábitats acuáticos. Es prioritario:
-Gestionar adecuadamente los recursos hídricos, promoviendo la eficiencia en su uso, especialmente en la agricultura e industria, que son los sectores que más agua consumen.
-Controlar la contaminación de ríos y acuíferos, limitando la descarga de sustancias tóxicas, productos químicos y residuos industriales.
-Restaurar y proteger los ecosistemas acuáticos: ríos, lagos, humedales y áreas costeras.
4. Reducir residuos y adoptar la ‘economía circular’
La producción de residuos sólidos y plásticos, y el modelo ‘usar y desechar’, genera enormes problemas de contaminación terrestre y marina. La transición hacia un modelo de economía circular, que promueve dejar de explotar los recursos naturales mediante reciclaje, reutilización y rediseño de productos, es esencial para frenar el daño ambiental. Es debido:
-Reducir el uso de plásticos de un solo uso y mejorar las políticas de reciclaje a nivel global.
-Fomentar la producción y consumo responsable, priorizando productos que tengan un ciclo de vida más largo y sean fácilmente reciclables.
-Adoptar una visión de ciclo de vida en los productos, con un ecodiseño que vaya desde sus materias primas hasta su disposición final, para minimizar el impacto ambiental en todas las etapas.
-Controlar los vertidos industriales y mejorar las tecnologías de tratamiento de residuos peligrosos.
5. Adaptación al cambio climático
Incluso reduciendo las emisiones de GEI, ya tenemos efectos del cambio climático que requieren medidas de adaptación para reducir los impactos en las poblaciones más vulnerables. Es necesario desarrollar infraestructuras resilientes que puedan soportar fenómenos climáticos extremos, efectos de sequías, inundaciones y tormentas.
6. Educación y conciencia ambiental
Es vital fomentar mayor conciencia ambiental en toda la sociedad: que las personas comprendan la gravedad de la crisis ecológica y tomen decisiones más sostenibles.
Algunas ideas serían: incluir educación ambiental en los programas escolares desde los niveles básicos hasta todos los universitarios, y promover campañas de sensibilización pública sobre la importancia de la conservación y uso sostenible de los recursos.
7. Políticas y acuerdos globales
Es fundamental que gobiernos e instituciones internacionales estén comprometidos a cumplir los acuerdos ambientales globales y desarrollen nuevas políticas efectivas para enfrentar la crisis climática. Esto incluye establecer metas ambiciosas y vinculantes para reducir emisiones, fomentar la cooperación internacional para enfrentar desafíos como la deforestación, la gestión del agua y la protección de la biodiversidad”.
-Sobre el calentamiento global y la desaparición de mantos acuíferos ¿qué nos puedes decir de sus causas?
Definitivamente la Tierra y sus ecosistemas están vivos, por tanto están en constante cambio, sin embargo, algunas actividades humanas realizadas sin la suficiente información entorpecen la regeneración de los ecosistemas; fueron planeadas sin considerar la capacidad de carga de dichos lugares. Por ello, ambos problemas están profundamente vinculados con las actividades humanas; la quema de combustibles fósiles, deforestación y agricultura extensiva e intensiva, son algunas de las principales causas del cambio climático. La sobreexplotación de acuíferos superficiales y subterráneos, el cambio climático y la contaminación aceleran la desaparición de estas vitales reservas de agua”. (Continuará).
Fuente: Diario de Chihuahua