Demandan que Sener no sea ‘juez y parte’

Si la autonomía de los órganos reguladores energéticos se elimina para incorporar sus funciones a la Secretaría de Energía (Sener), México carecerá de un árbitro imparcial para poner en orden a los jugadores del sector energético, consideraron especialistas.
Guillermo García Alcocer, profesor del ITAM, explicó que en caso de que alguna de las empresas estatales (Pemex y CFE) tenga algún incumplimiento será difícil que el titular de la Sener, quien también es presidente del consejo de Administración de ambas compañías, sea parcial a la hora de sancionar, ya que los reguladores también estarán a su cargo.
“Creo que hay un tema de roles y de conflictos que se pueden dar cuando toda la responsabilidad recae en la misma cabeza. Imagínate el consejo de CFE donde la cabeza de ese consejo es el titular de la Sener; y con esta reforma, ese regulador es el mismo para los competidores de CFE.
“Imaginemos que hay una sanción de Sener con la cachucha de regulador y en donde le dice a CFE ‘oye, te comportas como un monopolio, abusaste de tus consumidores, de tus clientes y de tu competencia y ahí te va la sanción’ y al día siguiente te pones la cachucha de presidente del Consejo de CFE y dices ‘qué haremos con la sanción de la propia Sener tenemos que impugnar'”, ejemplificó.
Manejar dos roles es complicado, añadió García Alcocer.
Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México, consideró que las reformas que se están discutiendo, entre ellas la de la extinción de reguladores, implicarían una violación al Tratado comercial con EU y Canadá (T-MEC) al cambiar las reglas de operación para las empresas ‘” mitad del juego”.
“El impacto todavía puede ser mayor porque el efecto negativo de eliminar la autonomía de los reguladores puede ser el de poner en juego la relación comercial con Estados Unidos y poner en juego el Tratado de Libre Comercio.
“El tratado dice que hay que tener reguladores de competencia, autónomos, pero más allá de lo que diga el tratado, vuelvo al mismo punto, las empresas de Estados Unidos y Canadá entraron a invertir a México con una serie de reglas y el tratado dice muy claramente que ningún país puede darle preferencia a una empresa de su propio país sea esta público o privada, y lo que vemos ahora es una serie de cambios desde el regulador que ya no va a ser imparcial”, puntualizó.