Efectos de la tasa de Interés de referencia

Armando Sepúlveda Sáenz
Si se despoja el análisis del comportamiento de los precios según los cánones de la economía formal o de texto escolar, pueden considerarse una serie de factores que inciden realmente en la oferta y demanda de los bienes de consumo como de aquellos que se consideran costos de comercialización o insumos de procesos de menores de transformación.
Derivado del comportamiento de los precios advertido por el Banco de México ha decidido reducir la tasa de interés base (mediante los mecanismos de política monetaria a su disposición). De paso hay que advertir que se ha llegado a tal resolución mediante una decisión dividida (3 contra 2). La oposición obedecía básicamente a una pretendida falta de oportunidad y porque lesionaba la autoridad de la institución como garante de la lucha contra la inflación. La mayoría de los subgobernadores y de la presidenta del Consejo, presume que estamos ante un proceso, ahora sí, de reducción de los precios, considerando únicamente los componentes del Índice Nacional de Precios al Consumidor, integrados en el concepto de Subyacentes, que generalmente obedecen a las condiciones del mercado de bienes y servicios de consumo final.
En el arreglo de las condiciones de voto del Consejo, dado que los índices de precios tanto general, como subyacentes, muestran descensos tanto en el plazo corto como en el anualizado, se espera que una vez más en la reunión próxima se vuelva a reducir la tasa de interés de referencia en 25 puntos base.
La gobernadora de Banxico visualiza, sin embargo, un riesgo, la desaceleración en el crecimiento de la economía. En las recetas ortodoxos a mayores tasas de interés el efecto es la reducción de la inversión bruta fija, dado que en gran parte se financia con crédito. Y a la inversa, a menores tasas de interés se estimula la inversión. Así que siguiendo la lógica de la gobernadora no hay de que preocuparse, salvo que los inversionistas lo consideren insuficiente ante otros factores, no advertidos por la funcionaria.
En cuanto a la desaceleración del crecimiento de la economía diversos indicadores así lo señalan como hecho. Nuestro mercado mayoritario es del vecino país del Norte (entre 90 y 95 por ciento de las exportaciones). También nuestro país es dependiente de las importaciones de bienes de consumo, intermedios y de capital fijo. El Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos ha advertido que merced abatimiento de la inflación es conveniente reducir la tasa de interés base para estimular el crecimiento de la economía que atraviesa por una declinación de crecimiento. Tal que algunos centros de análisis del sector financiero ya estiman eminente la recesión económica en dicho país.
El riesgo que advertía la gobernadora no es tal, es un hecho, hay una evidente reducción de las tasas de crecimiento del valor del valor agregado de las actividades manufactureras, que alimentan las exportaciones al vecino país y al resto del mundo. Los muestreos en tiendas señalan un abatimiento en los volúmenes y los valores de los bienes de consumo final vendidos. Y no es porque se hayan ido de vacaciones la mayoría de las familias. O restringieran el gasto en algunos bienes anticipando el boquete de los bienes escolares y uniformes.
Independientemente de si la economía norteamericana entra en recesión o sólo pasa por un lapso de desaceleración del crecimiento económico, se puede anticipar con certeza que la economía del sector exportador manufacturero mexicano en el corto plazo seguirá un derrotero de desaceleración. Esto con base en los datos mensuales desestacionalizados de las importaciones por tipo de bien de la Balanza Comercial al mes de julio. Esto es, julio respecto de junio: las importaciones de bienes de consumo crecieron 4.03%; y de 0.10 % en las de bienes de uso intermedio.
Las importaciones de bienes de capital disminuyeron 2.15 por ciento. Las primeras significaron que la variación del último mes es la cuarta parte de la observada en el último año. Es una desaceleración significativa. Por lo que corresponde a los bienes de consumo intermedio, que en realidad son bienes que se insumen en procesos manufactureros (por ejemplo, los arneses y los paquetes de cables dimensionados para ellos. También se incluyen combustibles y petroquímicos), que como se indicó crecieron en el último mes disponible en una décima de punto porcentual. Esto es, la treceava parte del crecimiento observado en el año con cierre en julio. En tanto que para las importaciones de Bienes de Capital (principalmente maquinaria y equipos de producción) la variación observada en julio fue de -2.15 por ciento; más o menos la cuadragésima parte de las importaciones promedio en el año. Las importaciones de bienes de capital tienen un horizonte de vida mínimo de 10 años. Si las condiciones que consideran los inversionistas no están claras en un futuro previsible de uno o dos años. Se desalientan las decisiones de inversión. Así que se puede inferir que al menos en el mes siguiente proseguirá la desaceleración de la economía manufacturera, haya o no recesión en Estados Unidos. Por otra parte, los flujos de inversión extranjera directa han sido muy reducidos, y la que se registró como incremento de la Inversión Extranjera Directa —bastante notable, por cierto—, se alimentó con reinversión de utilidades. Considérese por otra parte, que la mayoría de las empresas nacionales únicamente dependen en parte para financiar su inversión nueva en sus propios recursos y en menor medida en los créditos bancarios.
En virtud de la inflación registrada por el Índice de Precios al Productor, que es menor a la de 2022, pero más del doble de la registrada por Índice Nacional de Precios al Consumidor, cabe esperar que los productores trasladen el impacto en costos a las mercancías del mercado al consumidor. No hay manera de saber si esto ocurrirá, pues el mercado interno de bienes finales se esta contrayendo. Y los precios parecen estar cayendo en función de la contracción de la demanda, más que por efecto costo o en alguna medida esto está ocurriendo. Y como la desaceleración del crecimiento está en curso, y no obedece al costo del dinero sino a la contracción de la demanda externa y la desaceleración de la economía interna, las reducciones de la tasa de interés tienen una eficacia marginal si es que la tienen. Lo que se requiere es certeza jurídica a largo plazo, erradicación del crimen organizado y reanimación del mercado interno.