Juicio Político

Crisis electoral de Venezuela

Hugo González

Este pasado jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en conjunto con el presidente de Brasil Luis Ignacio Lula da Silva, y el mandatario colombiano Gustavo Petro, fijaron una postura conjunta respecto a lo que ha sucedido en Venezuela, luego que la oposición no aceptara su derrota electoral el pasado domingo, y comenzara a asegurar que había sido un “fraude electoral”, y que esto ocasionara luego hechos violentos.
México, Brasil y Colombia manifestaron que siguen de manera cercana el proceso electoral y el recuento de votos en Venezuela, por lo que llamaron a dar celeridad, así como divulgar públicamente los datos desglosados por la mesa electoral, esto para aclarar las dudas sobre el proceso, debido a la insistencia de la oposición, pero también para evitar que el problema se extienda de manera violenta en aquel país.
Este posicionamiento de México y otros países, se hace ante la postura de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que como todos sabemos, es un organización que supuestamente representa y atiende los intereses de los países de nuestro continente, sin embargo siempre ha sido, y más en los actuales momentos, es un instrumento que intenta someter a su voluntad, o más bien, a los intereses de Estados Unidos a todo el continente, y que ahora de nueva cuenta demuestra que así lo es, en esta ocasión se exige, sin facultades algunas, que se acepte que la oposición ganó, sin pruebas algunas más que las que la misma oposición asegura, demuestra el fraude, esas “evidencias”, no han sido validadas por ninguna autoridad.
Ante estas circunstancias, los tres países (México, Brasil, Colombia), sostuvieron que las controversias deben resolverse por los cauces institucionales, pero principalmente respetando la soberanía de Venezuela, y de manera imparcial, por lo que exhortaron a todos los políticos y actores sociales, ejercer la máxima cautela y la contención a sus manifestaciones en eventos públicos, para evitar violencia, violencia que ya se vivió el pasado lunes, por parte de grupos opositores, quienes realizaron daños a infraestructura pública como hospitales y centrales de transporte.
Es importante que recordemos, que no es la primera vez que sucede esto en Venezuela, desde que el Comandante Hugo Chávez llegó al poder por la vía democrática y con un amplio respaldo del pueblo venezolano, la oposición, y principalmente intereses extranjeros como las corporaciones petroleras, han operado por todas las formas para arrebatar el poder, tanto con Chávez como con Maduro, y que desde el 2000, han fracasado, por lo que las vías instituciones en varias ocasiones han quedado de lado, y han apostado por la violencia y el golpe de estado, nada distinto a lo que ahora está pasando.

Esta historia ya la conocemos, semanas atrás comenzó una campaña mediática internacional, en la que se aseguraba que en estas elecciones venezolanas, Maduro sería derrocado, pero era una noticia que se repetía a diaria, cada hora, en noticieros occidentales, una tripulación de las mentes en las que se daba una idea que aseguraba que la oposición, la derecha y los intereses de Estados Unidos se harían del gobierno en Venezuela, y por consecuencia, de su petróleo, sin embargo al interior de la república bolivariana, los hechos eran muy distinto, aunque existe una evidente oposición muy activa y virulenta, respaldada y ampliada por los medios de comunicación internacionales, el chavismo sigue muy fortalecido, pero esto no es reflejado por los medios.
Resulta curioso, porque la oposición asegura que ganaron con el 70% de los votos, mientras que la votación fue apenas por arriba del 50% de los electores, entonces las cosas no cuadran. Y estos son los datos duros, porque de lo del fraude, aún o hay evidencia alguna más que los dichos y supuestas copias que nadie ha corroborado, de la misma oposición, así que hasta el momento, de manera institucional y legal, Maduro es el ganador, el chavismo sigue vigente.

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