Juicio Político

Adicción a las drogas, el enemigo en casa

Ciudad Juárez.- Antier trascendió en nota de ocho columnas de que la droga llamada cristal está arreciando la guerra entre criminales en Chihuahua, especialmente en Ciudad Juárez. Tan solo en los primeros cinco días del mes, ya se habían reportado 23 asesinatos de hombres y mujeres. El viernes, apareció el cuerpo mutilado de una mujer, en compañía de mensajes amenazantes que advertían era el inicio de una “barrida” en contra de vendedores de la anfetamina. Según oficiales, la participación y la muerte de las mujeres en este mercado han incrementado.

La adicción a drogas tan adictivas y sencillas de producir como el cristal es una epidemia. Aunque no es un problema exclusivo de nuestra entidad, o algo nuevo, llama la atención la tendencia en el incremento de asesinatos relacionados con su comercialización durante octubre y noviembre pasados.
Según la nota de ayer, de enero del 2020 a julio del 2024 se registraron siete mil 978 detenciones por posesión de droga. Todavía en junio pasado, algunos reportes indicaban que el problema se concentraba principalmente en varios fraccionamientos del nororiente de la ciudad, como Riberas del Bravo o Zaragoza, lo que pudiera considerarse como parte del anillo periférico de Ciudad Juárez. Algunos vecinos entrevistados entonces, compartían con tristeza que muchos “chavalitos” que conocieron en las aulas de clase ahora andaban como perdidos por las drogas. Actualmente, según reportes más recientes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), ya son escasas las zonas habitacionales sin comercialización al menudeo de esta droga.

La manera de operar de los “puchadores” ha cambiado. Con el celular y aplicaciones como Uber, ya los picaderos o puntos de venta no son tan detectables como antes. Se han movilizado, declaraban oficiales desde entonces. Atacar el narcomenudeo a veces solo implica sacar de circulación una pequeña parte de la mercancía, lo que significa solo una pérdida menor para los grandes distribuidores. Los vendedores entran y salen de la cárcel; y los adictos la siguen comprando.
César Omar Muñoz Morales, titular de la SSPM, dijo estar consciente de que se trata de un problema social y de salud nacional muy grave, y que detener a los adictos no soluciona el problema, por lo que ellos no se enfocan específicamente en andar buscándolos para llevaros a la cárcel.
El cristal o metanfetamina (desoxiefedrina) cristalina es un poderoso y muy adictivo psicoestimulante sintético que usualmente es fumado en pipa, pero que también se puede aspirar en polvo o inyectar. Sus usuarios inmediatamente experimentan una intensa sensación eufórica que, a diferencia del crack, o cocaína fumada, dura más tiempo y es mucho más barato de producir.
Los efectos del cristal también generan energía. Pero el abuso de esta droga puede causar aceleración cardiaca, daño a pequeños vasos sanguíneos del cerebro, y como consecuencia final un ataque cardiaco o un derrame cerebral. Otros síntomas incluyen conducta violenta, paranoia, ansiedad, confusión, pensamientos suicidas, pérdida de memoria e insomnio. Los síntomas sicóticos pueden persistir inclusive años o meses después de que se deje de usar la droga.

La metanfetamina es producida en laboratorios. Fue descubierta por el químico japonés Nagai Nagayoshi a finales del siglo XIX. Otro químico japonés, Akira Ogata la sintetizó por primera vez en 1919. La idea era comercializarla como un estimulante para aumentar el estado de alerta. En Europa se empezó a usar bajo el nombre de Pervitin a partir de los años 1930.
Su uso se propagó durante la Segunda Guerra Mundial. Los nazis la utilizaban para mantener despiertos a camioneros, tanquistas, y pilotos aviadores. Incluso era consumida por Adolph Hitler y otros jerarcas nazis para conducir la guerra con un mínimo de descanso. Las fuerzas militares japonesas y estadounidenses también suministraron a sus soldados las tabletas de cristal para “mantenerlos alertas y dispuestos a asumir riesgos”, de acuerdo a un reporte elaborado por el Departamento de Salud de Arkansas en Estados Unidos (EU).
Medicinalmente, la anfetamina fue producida en EU inicialmente como un descongestionante nasal en 1929, y era vendida sin receta en un inhalador hasta los años 1940. Ya para 1950, la metanfetamina era producida también legalmente en ese país para tratar la obesidad, la narcolepsia y la sinusitis. Los camioneros, estudiantes y atletas también la consumían por razones no médicas; para permanecer alertas y mejorar su rendimiento y productividad. Durante los sesentas, pandillas de motociclistas empezaron a “cocinarla” y venderla. No pasó mucho para que luego fuera declarada ilegal para uso recreativo. En el inicio de los setentas fue clasificada como droga de categoría II.
La forma más común de la droga ahora es el cristal, y se produce usando químicos como la acetona, el litio, y el formaldehido. Químicamente, provoca un incremento de dopamina en el cerebro, pero sustancialmente más fuerte que los estimulantes recetados y otras anfetaminas, según profesionales médicos. Actualmente, algunos tipos de anfetaminas siguen siendo recetados porque reducen el dolor o, por ejemplo, en personas que tienen el trastorno de déficit de atención, a quienes a veces les recetan el popular fármaco Adderall. Según el neurocientífico Carl Hart de la Universidad de Columbia, “Son prácticamente la misma droga”, aunque el cristal es más potente y rápido en surtir efecto, por lo tanto, más adictivo; mientras que el Adderall se toma vía oral, y en dosis mucho menores. Inclusive entre estudiantes de EU su uso sin receta se ha popularizado en largas jornadas de exámenes, a veces presionados por obtener mejores resultados.

Otro fármaco con anfetamina legal en forma de pastilla es el Desoxyn. Su potencia es bastante menor y se utiliza para tratar también el déficit de atención, la obesidad, y la narcolepsia. La forma más conocida de esta anfetamina se encuentra en algunas medicinas antigripales para el día, que también son administradas oralmente en dosis pequeñas. Se supone que su uso y distribución legal están controladas, aunque se ha acusado a países como China e India de proveer a los cárteles latinoamericanos este producto ilegalmente.

Son su potencia, sus efectos y su bajo costo lo que hacen esta droga tan adictiva, especialmente ahora que las mafias de tráfico de droga la refuerzan con fentanilo, otra droga de tipo opioide muy controlada que se receta a pacientes de cáncer. Al igual que los consumidores de cocaína, los adictos al cristal pueden pasar días sin dormir y sin hambre, por lo que pierden mucho peso. Una vez con consumida, la adicción despierta una compulsión mental por seguir usando.
Como vemos, a pesar de algunos usos médicos válidos de las anfetaminas en dosis pequeñas, esta droga es sintetizada por organizaciones sin escrúpulos de manera cada vez más potente y adictiva. No es ya tan solo un producto de exportación hacia Estados Unidos, sino que es responsable directa de los crecientes niveles de violencia en todas las zonas urbanas de México, incluyendo la frontera.
Lo lamentable es que tomara el arresto de “El Mayo” Zambada por EU, y las amenazas de Trump de subirle tarifas arancelarias a México si es que no detiene el tráfico de fentanilo y la migración ilegal hacia su país; para que el gobierno federal mexicano se pusiera las pilas. El martes pasado se incautaron mil cien kilos de fentanilo y unos 300 kilos de percusores químicos para su fabricación en Sinaloa. Según el presidente saliente de EU, Biden, las muertes por el uso de fentanilo ya cayeron 14 por ciento durante su mandato. Esto se logró, según Biden, gracias a la colaboración de los dos gobiernos. Mientras tanto, los republicanos le dieron todo el crédito por esto al presidente entrante: Trump.
Podemos deducir que, ante el incremento en dificultad para accesar el mercado estadunidense de drogas a través de la frontera, cada vez hay más cantidad de drogas circulando en las zonas urbanas nacionales, especialmente por las fronteras, lo que aumenta la fricción territorial entre diferentes bandas criminales que compiten entre sí por el control de los mercados. Años antes, el tipo de violencia que ahora nos afecta a todos era más común en las zonas periféricas, pero hoy las drogas circulan en todos los sectores. Sin una solución integral y multifacética que incluya agresivas campañas de educación, prevención y tratamiento, como lo hemos expresado en múltiples ocasiones, los envenenadores públicos seguirán surgiendo más rápido de lo que puedan ser erradicados. No son muy difíciles de encontrar los testimonios anónimos de vidas arruinadas de personas, cada día más jóvenes, incluyendo a las mujeres, que cuentan sus historias de auto tortura y adicción en centros de rehabilitación y auto ayuda. Esto si contamos aquellos que no terminan en la cárcel, en los hospitales o muertos. El enemigo acecha muy cerca de casa. [email protected]

Gerardo Rodríguez Jiménez

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